A Manuel de Prada ni le añado ni le quito ni una coma. Disfrútenlo.

Hace tiempo que dejé de hablar sobre el tema de las vacunas, harto del bombardeo político-mediático y convencido ya totalmente de que tan sólo han sido un experimento social y un enorme negocio para las farmacéuticas que han mostrado perfectamente cuan manipulable es nuestra sociedad regida por los mas media y convertida en un inmenso rebaño de borregos que denunciaban a los vecinos que salían a pasear por calles o lugares desiertos y que aullaban los peores insultos desde sus balcones cuando la policía detenía con violencia como si de terroristas se tratara a cualquiera que osara salir a pasear para tomar el aire y el sol a unas calles vacías o parques sin un alma.

Hoy la noticia es que han retirado del mercado la vacuna covid de Astra Zeneca, la que nos pusieron a mi mujer y a mí, por su cada vez mas larga lista de efectos colaterales o secundarios admitida, ya por fin, por las farmaceúticas de ésta y el resto de vakunas que nos obligaron a tomar sin haber seguido el protocolario proceso que deberían haber llevado. Es que como nos íbamos a morir…a tumba abierta a pincharse una, dos, tres, cuatro, cinco veces…

Llevamos tiempo en que esas farmacéuticas van admitiendo esos efectos perniciosos que negaron años, sin que los medios dediquen, por supuesto, ni la milésima parte del tiempo que dedicaron a jamarnos el tarro y convertirnos en sub humanos si no nos vacunábamos. Se llegaron a oír cosas como meter en campos de concentración a lo que no se querían vacunar mientras nos encerraban en nuestras casas meses, cerraban los parlamentos y nos privaban de los derechos mas básicos, incluso el cuidar de los nuestros. Un horror que parece haberse olvidado.

Traigo el nuevo artículo de del Pino, que ha seguido este tema con regularidad en el que nos pone al día de lo que ha sido este fenómeno de control de masas que parece sacado de una novela de ciencia ficción y en el que nos han mentido y nos mienten con un empeño realmente encomiable;

¿Salvaron vidas las vacunas covid?

Fernando del Pino Calvo-Sotelo

7 de mayo de 2024

La respuesta político-sanitaria a la pandemia constituye el mayor escándalo de salud pública de la historia. Se basó en un engaño descomunal, pero la verdad se va abriendo paso.

Ya sabemos que ni los ilegales confinamientos ni las estúpidas mascarillas sirvieron para nada[1] salvo para enriquecer al entorno de nuestra clase política, pero ¿qué ocurre con las vacunas y terapias genéticas que se impusieron de forma voluntario-obligatoria a la población? Muchos se muestran hoy arrepentidos de haberse vacunado y preocupados por los efectos secundarios que ven a su alrededor y que empiezan a reconocer las propias empresas farmacéuticas. Estas personas deben estar tranquilas, pues el paso del tiempo disminuye la probabilidad de sufrir un efecto adverso, y deben ser indulgentes consigo mismas, pues tomaron la decisión bajo coacción y completamente desinformadas, no en balde el gremio médico les falló estrepitosamente (con escasas y valientes excepciones).

En efecto, la mayor parte de la población no se vacunó libremente, sino forzada por una inaguantable presión política y social. Primero les aterrorizaron mediante una campaña de terror mediática que les hizo creer que el covid era peligrosísimo para todos y que sólo las vacunas podían salvarles la vida. Luego fueron manipulados con sentimientos de culpa basados en una creencia supersticiosa, completamente acientífica: la vacuna no sólo te protege a ti, sino a los demás («si no te vacunas, matarás al abuelo»). Finalmente, fueron intimidados por la campaña de demonización de los no vacunados y chantajeados con el pasaporte covid, destinado a hacerles la vida imposible.

España fue uno de los países donde la dictadura sanitaria tuvo más éxito, pues se vacunó el 87% de la población, frente al 76% de Alemania, el 68% de EEUU o el 60% de Polonia[2]. Ahora, los mismos responsables políticos que forzaron a su población a vacunarse se lavan las manos afirmando cínicamente que la vacunación fue «voluntaria» y que las vacunas covid eran seguras y salvaron muchas vidas.

Vacunas poco testadas y poco seguras

Hoy pocos analistas serios dudan que estas vacunas y terapias genéticas tan poco testadas no eran seguras. No sólo se han ido documentando multitud de graves efectos secundarios isquémicos y cardiovasculares (trombosis, ictus, miocarditis, embolia pulmonar, etc.), inmunológicos y de otros tipos[3], sino que muy probablemente hayan causado la muerte de decenas de miles de personas, según sugieren los datos de farmacovigilancia de EudraVigilance y VAERS. En la siguiente tabla se muestran las muertes anuales reportadas en EEUU tras vacunarse desde 1991 hasta hoy[4]:

Los mismos que defendieron la falsedad de que las vacunas impedían el contagio y, más tarde, que impedían la gravedad y la muerte (otra falsedad, como veremos), defienden que estas cifras de mortalidad tan inquietantes pueden despreciarse: correlación no implica causalidad, dicen. Teóricamente correcto, pero ¿acaso por ello debemos descartar la tabla como si no tuviera valor informacional? ¿De qué sirve entonces la farmacovigilancia? ¿De verdad debemos considerar este gráfico normal? Evidentemente, no. En el 2021, el 33% de las muertes se produjo menos de una semana después de vacunarse. ¿Pura casualidad? Tengan en cuenta que éstas son las muertes reportadas, así que ¿cuántas serán las reales? ¿Cómo puede ser que la EMA (cómplice, como todos los reguladores, de este escándalo) acepte con naturalidad las 12.000 muertes reportadas en Europa[5] haciendo referencia a la baja proporción respecto del número de vacunados? ¿Existe algún precedente de algún medicamento del que se hayan reportado decenas de miles de muertes que no haya sido retirado del mercado?

¿Salvaron vidas las vacunas?

Ante la avalancha de efectos secundarios, la consigna es que, pese a ello, las vacunas han salvado incontables vidas y que, por tanto, la ratio riesgo-beneficio es positiva.

La evidencia científica no parece apoyar esa conclusión. Una revisión de ensayos controlados aleatorios aparecida como preprint en The Lancet concluyó que la tasa de mortalidad de los vacunados con vacunas ARNm era ligeramente superior a la de los no vacunados, sugiriendo que las vacunas no salvaban vidas o que las muertes causadas por sus efectos adversos (particularmente cardiovasculares) superaban las vidas supuestamente salvadas por ellas[6]. Su autora principal, una médico danesa, reconocía el intento de ocultación de la verdad: «Llevo en esto muchos años y sé que hay poderes por ahí que no están interesados en profundizar realmente en estos hallazgos»[7]. A pesar de ello, algunos estudios[8], ampliamente difundidos por los medios, llegaron a hablar de millones de vidas salvadas por las vacunas, pero parecían pura publicidad: el sesgo de estar financiados por la OMS, la Fundación Gates o la Alianza de las Vacunas Gavi (ligada a los propios productores de vacunas), unido a chocantes errores de bulto[9], les otorgaba una credibilidad muy baja.

En España, los propios datos oficiales también cuestionan que las vacunas fueran eficaces para prevenir la muerte por covid. Hace unos días algún medio publicó que el Ministerio de Sanidad reconocía (respondiendo a la Asociación Liberum) que el 30% de los fallecidos por covid había muerto a pesar de estar vacunado[10]. Cómo no, esta violación de la omertà fue castigada por los risiblemente llamados fact-checkers, chiringuitos promovidos por la oligarquía globalista que perfuman su analfabetismo numeral con conceptos (para ellos sofisticados) como la Paradoja de Simpson, aunque en su caso aplica más bien la paradoja de los Simpson: «Para mentir hacen falta dos: uno que mienta y otro que escuche» (Homer Simpson).

En realidad, los datos proporcionados por Sanidad, que reproducimos a continuación[11] deberían haber dado lugar a titulares mucho más audaces:

Estado de vacunaciónCasos diagnosticadosFallecidos
No vacunado5.595.65352.209
Vacunado incompleto644.9233.319
Vacunado completo6.900.23331.967
No consta774.00234.265
TOTAL13.914.811121.760

Antes de nada, esta tabla genera dudas sobre la fiabilidad de los datos suministrados. En efecto, resulta sospechoso que sobre el 28% de los fallecidos «no conste» estado de vacunación y, además, es imposible que la letalidad CFR de éstos (fallecidos/casos diagnosticados) sea del 4,4% cuando, siempre según la tabla, la letalidad de las otras categorías (CFR) es del 0,67%.

Pero demos por buenos los números. A priori, si cerca del 30% de los fallecidos por covid estaba vacunado, podríamos concluir (prematuramente) que las vacunas tenían una cierta eficacia para prevenir la muerte, no absoluta (como nos habían prometido), pero al menos sí relativa, dado que cerca del 87% de la población llegó a estar vacunada. Sin embargo, este argumento aparentemente lógico es falaz.

En primer lugar, no se pueden comparar cifras de dos períodos distintos, puesto que el porcentaje de fallecidos abarca toda la pandemia (desde principios de 2020) y el porcentaje de vacunados máximo no se alcanza hasta mediados o finales del 2022. Otra cosa sería comparar el porcentaje de fallecidos con el porcentaje medio (no máximo) de vacunación desde que empezó la distribución de vacunas, a principios del 2021.

En segundo lugar, el número de fallecidos por covid en 2020, antes de la llegada de las vacunas, asciende a casi 51.000 personas[12], prácticamente el mismo número de no vacunados de la tabla. Como para medir la efectividad de las vacunas debemos eliminar este número de fallecidos y comenzar la comparación desde el momento en que aquéllas estuvieron disponibles, podemos estimar, siendo prudentes, que entre el 50% y el 75% del total de fallecidos por covid desde principios del 2021 murió estando vacunado. Para más inri, estas personas murieron a pesar de que las variantes posteriores al año 2020 eran mucho más leves que las primeras y que había ya un porcentaje de la población inmunizada naturalmente.

En 2022 el 84% de los fallecidos por covid estaba vacunado

Otros datos oficiales abundan en las dudas sobre la eficacia vacunal. En efecto, el Ministerio de Sanidad publicó durante la pandemia actualizaciones epidemiológicas semanales en las que a partir del 2021 empezó a figurar el estado de vacunación. Quienes las seguíamos pudimos observar que la caza de brujas de los no vacunados no sólo era liberticida, sino acientífica.

Efectivamente, los medios hablaban de una «epidemia de no vacunados», pero los datos mostraban que la vacuna no protegía en absoluto contra el contagio ni detenía la transmisión[13], lo que no fue óbice para que el Tribunal Supremo avalara el infame pasaporte covid en una sentencia verdaderamente bochornosa[14]. Cuando ya fue imposible ocultar la evidencia ―a principios del 2022 cerca del 90% de los casos diagnosticados por covid eran personas vacunadas[15]―, los mismos medios pasaron a defender una nueva consigna: si bien los vacunados se contagiaban igual (o más) que los no vacunados, la inmensa mayoría de personas hospitalizadas, en la UCI o fallecidas pertenecía a la minoría no vacunada. También era mentira. Una vez más, los datos brutos del Ministerio de Sanidad de España y de otros países como Reino Unido[16] lo desmentían. Semana tras semana, el porcentaje de hospitalizados y fallecidos vacunados subía. Pronto superó el umbral del 50%, y luego del 60% y más tarde del 70%.

Finalmente, a finales de marzo de 2022, y a pesar de ofrecer tasas estimadas contradictorias, los datos del Ministerio de Sanidad mostraban que el 84% de los fallecidos por covid en los dos meses anteriores (sobre los que constaba información de vacunación) había muerto a pesar de estar vacunado con pauta completa[17]. Dado que el 85% de cobertura vacunal de la población diana no se alcanzaría hasta dos meses más tarde, el porcentaje de fallecidos vacunados durante el primer trimestre del 2022 era prácticamente idéntico al porcentaje de vacunados entre la población, lo que indicaría que la efectividad de las vacunas para evitar la muerte por covid era, en ese período, cercana a cero. Sanidad no volvió a desglosar el número de fallecidos por pauta de vacunación.

Vacunas ineficaces e innecesarias, pero muy lucrativas

Las vacunas no sólo resultaron ineficaces, sino que fueron innecesarias para la inmensa mayoría de la población para la que el covid fue siempre una enfermedad estadísticamente leve[18]: adultos sanos quizá hasta los 65 años, jóvenes, adolescentes y niños, para quienes era más leve que la gripe estacional[19]. Particularmente inmoral fue la vacunación de estos últimos. Finalmente, las vacunas también eran superfluas para quienes habían pasado la enfermedad, pues contaban con la superior inmunización natural[20].

Sin embargo, el contubernio político-mediático-farmacéutico empujó a la vacunación indiscriminada con el absurdo argumento de que la vacuna sólo funcionaba si todos estaban vacunados. Un motivo de este engaño fue, desde luego, económico ―la maximización del lucro de las empresas farmacéuticas―. Así, Pfizer, BioNTech y Moderna habrían obtenido en dos años unos 75.000 millones de dólares de beneficios[21] por la venta de un medicamento que ha sido, de lejos, el más lucrativo de la historia. Pero hubo otros motivos.

En efecto, se quiso crear un precedente de vacunación universal, que la industria farmacéutica y la siniestra OMS desean hacer recurrente, pero, sobre todo, se quiso impedir la existencia de un grupo de control para que no pudiera medirse la eficacia de las vacunas, pues la eficacia de cualquier medicamento se mide comparando los resultados de quienes reciben el tratamiento con los de quienes no lo reciben (el «grupo de control»). Así, la causa del linchamiento sufrido por Suecia cuando decidió no confinar a su población ni obligar a portar las inútiles mascarillas fue otro intento de impedir un grupo de control sobre las absurdas «intervenciones no farmacéuticas», cuya inutilidad epidemiológica quedó demostrada en parte gracias al éxito sueco.

La mayoría de la población jamás debió ser expuesta a un medicamento experimental en la que el riesgo para la salud no compensaba el beneficio potencial, como cuantificó Peter Doshi en el British Medical Journal[22]Conviene recordarlo para exigir responsabilidades y no permitir que se repita el engaño. Nunca más.

[1] Davos y la OMS: ¿una dictadura sanitaria global? (I) – Fernando del Pino Calvo-Sotelo (fpcs.es)
[2] Covid World Vaccination Tracker – The New York Times (nytimes.com)
[3] La ley del silencio (II) – Fernando del Pino Calvo-Sotelo (fpcs.es)
[4] The Vaccine Adverse Event Reporting System (VAERS) Request (cdc.gov)
[5] COVID-19 vaccines: key facts | European Medicines Agency (europa.eu)
[6] Randomised Clinical Trials of COVID-19 Vaccines: Do Adenovirus-Vector Vaccines Have Beneficial Non-Specific Effects? by Christine Stabell Benn, Frederik Schaltz-Buchholzer, Sebastian Nielsen, Mihai G. Netea, Peter Aaby :: SSRN
[7] Lancet Vaccine Study Author Says Her Data Show «Danger Signal» of Vaccine Heart Deaths – But the «Powers» Don’t Want to Know – The Daily Sceptic
[8] Global impact of the first year of COVID-19 vaccination: a mathematical modelling study – The Lancet Infectious Diseases
[9] Did Covid Vaccines Save Tens of Millions of Lives? ⋆ Brownstone Institute
[10] El Gobierno desvela que el 30% de los fallecidos por covid estaban vacunados (theobjective.com)
[11] Wayback Machine (archive.org)
[12] Actualizacion_282_COVID-19.pdf (sanidad.gob.es)
[13] Todos vacunados y todos contagiados – Fernando del Pino Calvo-Sotelo (fpcs.es)
[14] Tribunal Supremo y pasaporte covid – Fernando del Pino Calvo-Sotelo (fpcs.es)
[15] Actualizacion_585_COVID-19.pdf (sanidad.gob.es)
[16] Covid Vaccines Give Zero Protection Against Death, ONS Data Suggest – The Daily Sceptic
[17] Actualizacion_585_COVID-19.pdf (sanidad.gob.es)
[18] ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7947934/pdf/BLT.20.265892.pdf/
[19] Great Barrington Declaration (gbdeclaration.org)
[20] Past SARS-CoV-2 infection protection against re-infection: a systematic review and meta-analysis – The Lancet
[21] SOMO-Pharmas-Pandemic-Profits.pdf
[22] Serious Adverse Events of Special Interest Following mRNA Vaccination in Randomized Trials by Joseph Fraiman, Juan Erviti, Mark Jones, Sander Greenland, Patrick Whelan, Robert M. Kaplan, Peter Doshi :: SSRN

¿Saben que en la sede de la libertad, USA, están prohibidos los libros de Duguin?

Y si los buscas en Amazon, donde solo están en ingles, pon su nombre con minúsculas, alexander duguin, con mayúscula Alexander Duguin, no aparece.

Pero bueno, anécdotas al margen por fin puedo ver con traducción al castellano la entrevista que Carlson hizo a Duguin en Moscú cuando fue a entrevistar a Putin.

Sólo un dato, me parece mucho mas reveladora e importante, aun, que la de Putin.

Porque nos aclara qué es lo que está pasando en occidente, y porqué.

Nada más y nada menos, algo que nadie ni tan siquiera osa comentar pese a que es la revolución mas increíble desde que la humanidad es eso, humanidad. Una revolución perfectamente delineada en la Agenda 2030.

Tan solo un par de apuntes. Aclara porqué ahora todo el mundo occidental, dominado por el progresismo, es antiPutin furibundo, pero sobre todo aclara porqué la deriva de «progreso» liberal hacia el individualismo se ha trocado a la postre en enemiga de todo lo que sea colectivo.

La nacionalidad, franceses o españoles, el género, hombres y mujeres frente al sexo a la carta trans o LGTBI, la humanidad, o pasar de ser ser humanos a post humanos, trans humanos…¿te suena? ¿Sabes quienes son Klaus Schwab o Harari? ¿crees que el wokismo ha surgido del aire?

Aprovecha antes de que nuestras sociedades de la libertad cancelen y prohíban esta entrevista. Me extraña que no lo hayan hecho ya. Y ¡ah!, aunque en esta entrevista no se habla de ello puede que ahora entendamos un poco mejor mejor no sólo la rusofobia occidental sino también la guerra contra Rusia que hace un par de años nadie hubiera creído posible.

«El odio de los progres occidentales contra Putin es metafísico», declara Dugin a Carlson. De los progres y no sólo, hay mucha derecha (toda diría yo) que asume los postulados progres para no parecer «carca»;

Efectivamente, como táctico Sánchez les da sopas con Honda a Feijoo y Abascal.

Hay que reconocer que a estas alturas, en 2024, conseguir que funcione el relato de la fachosfera y que media España no es sino una caterva de ultraorcos que viven para destruir progresistas como Pedro y Bego, es un auténtico prodigio de malabares. Y con millones de hooligans votándole enfebrecidos,

Ahora mismo tiene temblando a todos sus socios, a su gobierno, a sus medios subvencionados, a los zombis que le votan, a «los artistas» biensubvencionados estilo Almodovar, por poner. Y de paso temblando a todos los españoles cuando nos ponen como su sucesor a la Montero o a Zapatero.

Como se preveía los que agitan el árbol con amonal y los recogenueces han copado la mayor parte de los votos, escasos, también hay que decirlo, que se han emitido en vasquilandia. Hasta aquí ninguna novedad, una sociedad entre adormecida y narcotizada por un nacionalismo identitario que tras medio siglo de sociología del sufrimiento, tiros en la nuca extorsión y bombas lapa, ya no las necesita para dominar la situación.

El Partido de Sánchez y el PP de Feijoo aguantan el tirón, y al vocero del PP Montesinos se le escapa su fín último, que no es hacer frente a ese nacionalismo separatista sino, pásmense, acabar con Vox. «El PP se queda sin su gran objetivo en las elecciones de Euskadi, quitarle a Vox la representación»

Y todavía tienen los peperos los santos cojones de llamarlo «voto útil», útil desde luego ya sabemos para quienes, para ellos exclusivamente. Que asco de gente.

Como de costumbre, todo el vídeo de Jano resulta interesante aunque resulta muy duro evocar cuando hace más de 20 años y tras el cruel asesinato de Miguel Ángel Blanco la sociedad perdió el miedo por unas horas, y rugió contra los gudaris matarifes. Al cabo de poco el agua remansó y las cosas volvieron a ser las de siempre.

Y hoy, esa juventud que vota en masa al brazo político de Eta ni sabe que son el brazo político pero es que ni tan siquiera saben que fue Eta, todo se ha normalizado y reconvertido en una sociedad «moderna y progresista» en la que un capo de la banda asesina es el líder incorrupto y socio del gobierno de España. Y ni se sabe ni se quiere saber, porque ¿para que te vas a hacer mala sangre? ¿Qué sacas con eso?

Iñaki Arteta lo cuenta también hoy en la Razón;

Todo está preparado

Las dinastías seculares y todopoderosas de nacionalistas van a ir cediendo el puesto de mando a los que con su lucha cruel limpiaron la tierra de opositores

A cyclist passes electoral posters with candidates Pello Otxandiano for EH Bildu, a coalition of pro-independence and nationalist Basque parties, right, Imanol Pradales fo PNV (Basque nationalist party) and Alba Garcia for Sumar, left, in Otxandio, northern Spain.
Un ciclista pasa delante de carteles electorales en Ochandio, el pueblo natal del candidato de Bildu, Pello Otxandiano

No sentí nada cuando llegaron las 9 y media de la noche del domingo electoral y puse la televisión. De hecho, coincidí con un documental de Nino Bravo en la 2 y lo vi hasta el final. Por fin observé los resultados y solo sentí un poco de frío. Pero nada nuevo, vamos. Otro momento histórico para el ultra nacionalismo. Por enésima vez, Euskadi se vuelve a poner «en marcha».

El nuevo ciclo no le hace gracia del todo a Ortúzar, cuyo sueño –«no deseamos tanto salir de España, como que España salga de Euskadi»–, está prácticamente cumplido. Se quejará, digo yo, de no ser ellos quienes pongan «el lacito» a esta independencia tan trabajada mano a mano con los de las pistolas.

Todo se ha ido preparando para el reinado abertzale. Los asesinos, sus cómplices y sucesores, los olvidadizos de sus crímenes, con la colaboración especial de los que siguen mirando hacia otro lado, ya tienen más que preparado el camino para la sustitución de los grandes amos del país (vasco). Las dinastías seculares y todopoderosas de nacionalistas van a ir cediendo a regañadientes el puesto de mando a los que con su lucha cruel limpiaron la tierra de opositores.

En este primer giro del nuevo ciclo no es necesario que gobierne el abertzalismo, aunque vigilarán a sus mayores, como siempre lo hicieron, desde la sombra y con sus armas en la mano, por si ablandan en sus propósitos.

Todo empezó cuando alguien pronunció por primera vez «el final de ETA no puede tener ni vencedores ni vencidos». Había que protegerles del sentimiento de fracaso, de la posible frustración de que su «trabajo» no hubiera servido para nada.

La irrupción del «buenismo» ayudó a crear otro concepto maravilloso «no se puede dejar fuera del sistema a 200.000 votantes». Esos que creían, y aún, en la «justa» eliminación de quienes constituían un obstáculo para su proyecto de Patria, tienen «todo su derecho» a expresarse en las urnas.

El buenismo emergió entonces como un «estilo», el famoso «talante» (Zapatero, copyright) que hizo furor entre la generalidad y asumió como lo correcto todo lo que se argumentaba con palabras bonitas. Y qué bien sonó aquello de «sin las armas, todas las ideas son defendibles en democracia».

Así sembrada la opinión pública llegó el momento de la paz «gracias a ellos», a los autores de los crímenes. ¿Quién da más? Se les va sacando de las cárceles, les pondremos un piso y les daremos trabajo en cualquier institución, que nadie va a decir nada. «Nueve candidatos de EH Bildu para las elecciones han sido condenados o detenidos por vínculos con ETA». Y cuántos habrá que no han podido ser juzgados, que se llevarán al infierno su vinculación directa en asesinatos. No nos tiremos de los pelos por esto, ya es lo normal, todo se les puso a favor porque no nos opusimos lo suficiente. El daño está hecho.

«¿Ya son estos de fiar?», ha dejado dicho en campaña Ortúzar (cada vez más parecido a Arzallus) refiriéndose a sus hijos putativos. Pues hombre, para ellos sí que fueron de fiar, puesto que mientras el catálogo de asesinables estuvo lleno, ellos no tuvieron por qué preocuparse, mucho menos huir, más bien al contrario, mientras ETA mataba ellos adquirían ventaja política. Y ahora, digan lo que digan o cómo lo digan, siguen compartiendo idéntico proyecto. Pronto se ocuparán juntos de la Memoria histórica vasca y sacarán leyes penando a quien ose decir en público que ETA fue terrorista y mató niños. Retocarán un poco el concepto del Memorial, solo un poco, descolonizando su sesgo españolista. Y los escolares serán llevados en masa a escuchar la verdad de lo ocurrido, a conocer la auténtica versión de los que nos trajeron la Paz. Kubati les explicará por qué fue inevitable responder con violencia a un Estado opresor que torturaba y asesinaba sin piedad a los jóvenes vascos solo por amar a su (auténtico) pueblo.

No había nada que reflexionar el sábado previo a las elecciones. La única tensión palpable ha sido la debida al Athletic, conseguida la copa (aquí no se dice «del Rey»), ahora inquieta la clasificación para la Champions.

Personalmente, desprecio esa invasión de entretenimiento. La sensación de mansedumbre es triste. Por ahí están los vencedores, por aquí los vencidos. La radiografía es clara y todo esto nos concierne y mucho. Pasada la campaña se les bajarán los humos a quienes han señalado el feo pasado de Bildu y vuelta a la normalidad. Ese es el panorama.

Un amigo italiano que no lleva mucho viviendo por aquí, me decía que ha descubierto que la omertá «a la vasca» es idéntica a la de la mafia tradicional.

Muertos, expulsados y silenciados preocupan cada vez menos, a lo que se suma esa esperpéntica tendencia actual de simpatía hacia cualquier tipo de terrorismo de los que asolan el mundo.

Dentro de muy poquito empezará un tiempo mejor. Atmosférico. Y otro tiempo alucinante e imperceptible en el que, dentro del puchero con agua a 2.000 grados, como la rana esa del dicho, ya no sentiremos nada.

No pudieron matarnos a todos, eso siempre seguirá siendo una buena noticia, pero nos dejaron cojos. De decencia.

¿Camino de servidumbre el único camino? En China ya está montado lo que se ve en este corto, y dirigentes europeos lo pregonan como el modelo a seguir, siempre, claro está, por nuestro bien.

Para quienes tengan hijos y nietos;

Sertorio 17 de abril de 2024

Apuntes de Rusia (I)

El Chak-Chak, el crujiente y dulce postre tártaro que tanto le gustó a Sertorio

Chak Chak

“Cuenta a la gente de tu país que aquí vivimos bien, que comemos varias veces al día y que no nos va mal en general”, me dijo una amiga de Kazán durante una espléndida cena tártara. No dejaba de asombrarle lo catetos e ignorantes que somos los occidentales respecto a su país, y eso que ella había estudiado en España y debería de estar familiarizada con nuestro paisaje y nuestro paisanaje. Mientras conversábamos, pasaban los platos, uno detrás de otro, en un estupendo restaurante del antiguo arrabal tártaro de Kazán, un barrio de casas y mezquitas de madera; el menú era generoso y típico: sopa lapsha con empanada y una variedad de dulces exquisitos, como la tarta gubadya, las paklavas y el inevitable chak-chak, todo ello regado con un té aromatizado con hierbas de la región. Si el curioso lector tiene aficiones gastronómicas, Kazán le resultará un paraíso: una ciudad hospitalaria y hermosa donde la gente es simpática y le gusta divertirse. En ella puede disfrutar de la comida rusa, de los acentos persas de la repostería tártara o de la siempre exquisita mesa georgiana, con esos vinos de nombre exótico y sugerente, como el dulce Kindzamarauli o el extraordinario Mukuzami.

Y no sólo de pan, caviar y vino vive el hombre; en Kazán se puede disfrutar ampliamente del encanto de la Rusia imperial al pasear por las calles de su casco histórico, dominado por el severo porte neoclásico de su universidad, fundada por el primer Alejandro y donde estudiaron (poco) Tolstói y Lenin. También es un potente centro deportivo, que acoge a dos muy buenos equipos de fútbol y hockey sobre hielo. Hace siglos, Kazán fue capital de la Horda de Oro, un poderoso janato gengiskánida, y hoy podría ser una capital perfecta para Eurasia; en ella se combinan la tradición musulmana y la ortodoxa en ejemplar armonía; en su kremlin, los alminares azules, blancos y esbeltos de la mezquita de Qol Sharif conviven con las cúpulas doradas de la catedral de la Anunciación. Fuera de sus murallas nos encontramos con uno de los principales centros de peregrinaje de la Santa Rus, el de la Virgen de Kazán, que sigue atrayendo a las masas que veneran el icono de la Madre de Dios, hoy igual que hace siglos, porque la Ortodoxia tiene la magia de lo que permanece y dura.

Pero el monumento que más me impresionó de Kazán fue el instituto Adymnar de enseñanza media, un centro modelo cuyas réplicas ya están en funcionamiento en toda la república. Una de las exigencias a medio y largo plazo que se ha planteado la Federación Rusa es la formación de cuadros, de profesionales capaces. La educación en Rusia no fomenta el onanismo mental y físico, ni fomenta la indisciplina, ni desalienta el esfuerzo, ni recompensa a gamberros y holgazanes: la peste de la pedagogía progresista no ha infectado las aulas. Los alumnos rusos y tártaros lo desconocen todo sobre los géneros, el matriarcado, los derechos animales y el cambio climático, pero cultivan las matemáticas, la cultura propia, las artes clásicas, las ciencias, el ajedrez y el deporte. El seguimiento de los alumnos desde la infancia permite seleccionar los talentos y encauzar las vocaciones, para lo cual un sistema de enseñanza gratuito integra a los estudiantes en centros que disponen de sala de ballet, piscina climatizada, dentista y todo tipo de instalaciones que destacan, sobre todo, por algo que se puede percibir en cada rincón: su espíritu. No hay pintadas ni desperfectos, todo se mantiene en buen orden y ahí se evidencia algo que los occidentales nunca entenderemos: lo público es propiedad de todos, justo al revés que en España, donde lo público es res nullius. El orgullo de los tártaros y de los rusos por sus instituciones académicas, deportivas o económicas es el del dueño con su propiedad. Es el ojo del amo. Y posiblemente esto es lo mejor que se puede decir de la herencia soviética, aunque ya venía del mundo campesino tradicional, del mir.

Podría hablar del 0,25% de paro en Kazán, del dinamismo de sus empresas —como la petrolera Tatneft—, de la alegría de vivir de Tatarstán, del buen nivel de consumo, de los atascos colosales de Moscú, de la ausencia de un ambiente bélico en la sociedad o de que, en definitiva, en Rusia se vive bien, en algunos casos mejor que aquí, que el trabajo abunda y que hay unas inmensas posibilidades de crear riqueza que hemos regalado tontamente a China. Y que se ven más niños en las calles, sobre todo cuando se viaja por las ciudades de provincias. También se puede escribir sobre las rácanas pensiones de los jubilados, sobre la especulación urbanística en Moscú o sobre las quejas de la gente de a pie por las contemplaciones y paños calientes del Kremlin con los enemigos de Rusia (sí, Putin allí es un blando). Pero ya conozco demasiado a mi gente como para hacerme ilusiones: “te han engañado”, “eso lo dices porque te han llevado a donde ellos quieren”, “te han lavado el cerebro”…. Nadie cree que uno puede pasear libremente y a su capricho por las ciudades rusas y que no hay aldeas Potemkin. Curiosamente, quienes afirman eso son los mismos que están ciegos cuando llegan las duras imágenes de Gaza, los mismos que todavía creen que Ucrania va a ganar la guerra, los mismos que aseveran, solemnes, que los Estados Unidos son invencibles. Ellos no han estado allí, pero pontifican sobre lo que yo sí he visto. ¿Para qué el inútil esfuerzo de discutir? Occidente ya sólo obedece a sus reflejos pavlovianos.

Resignado, le contesté a mi amiga: “No te preocupes, lo contaré todo y no me harán caso. Pero no me callaré”. Tomé un trozo de dulce chak-chak y me lo llevé a la boca, Sirvió para disipar la amargura del alma. “Rajmet”, dijo ella. Y yo seguí disfrutando de la hermosa, culta y alegre Kazán. Carpe diem. Ya está bastante acibarada mi patria en descomposición.

Artículo de Sertorio traído de El Manifiesto

No es el primero, diversos senadores y políticos estadounidenses han explicado alto y claro lo mismo que la garrapata secretaria general de la OTAN, Stoltenberg, nos aclara nuevamente al detalle el día pasado;

Uno se queda sin palabras ante semejante desfachatez y ni sabe por donde empezar

¿por el hecho de hacer la guerra a un país, Rusia, sin haberla declarado tan siquiera? ¿Que derecho divino tienen a masacrar rusos?…

¿Y ucranianos?¿Por el hecho de hacerla con un país interpuesto al que condenan a sufrir innumerables bajas y que pierdan su país literalmente, para engrosar los intereses norteamericanos?

Porque los europeos, evidentemente, no mejoran, muy al contrario, perdemos en todos los órdenes, de estabilidad, economía, relaciones bilaterales con socios estratégicos tan primordiales como los rusos…

Luis del Pino ha publicado dos artículos muy recomendables sobre la guerra de Ucrania en los que expone con orden y método lo que llevamos tiempo aclarando;

Ucrania: el principio del fin (I)

Ucrania: el principio del fin (II)

En el segundo nos aporta un anexo explicando porqué Putin no necesita hacer trampas en las elecciones como si hizo Biden en las de USA para eliminar a Trump y como está intentando hacer de nuevo a base de jueces y fiscales en nómina. ¿Es tan malvado Putin como nos lo presentan? ¿o es un magnífico presidente para su país, al que ha sacado del desastre y ha devuelto no ya estabilidad económica y trabajo, sino el orgullo de ser ruso?

Dedicado a tmpd y tantísima gente como ella (la gran mayoría) que piensa que Putin es el diablo. Ojalá tuviésemos a un Putin al frente de nuestro gobierno y no a un felón sicópata que nos vende a los españoles por un plato de poltronas creando enfrentamientos guerra civilistas y odio entre españoles y, de paso nos arruina.

ANEXO: El misterio de la popularidad de Putin

Según la única empresa demoscópica rusa independiente, respetada en Occidente y de cuyos datos se nutre Statista[13], los más recientes sondeos antes de las últimas elecciones presidenciales mostraban un porcentaje de aprobación de Putin del 86%[14], no muy distinto del supuestamente obtenido en las elecciones. Es más: en los últimos 20 años, Putin habría mantenido un apoyo que ha oscilado entre el 58% y el 88%. De ser ciertos estos datos, ¿cómo es posible? Para tratar de comprenderlo tenemos que hacer un breve repaso histórico.

En los años posteriores a la caída de la siniestra tiranía soviética, Rusia sufrió una crisis de identidad sólo comparable a la pérdida de los imperios europeos (por ejemplo, España en 1898, Austria en 1918 o Inglaterra tras la II Guerra Mundial). La URSS fue desmembrada, su peso geopolítico se convirtió en una sombra de lo que había sido y el país bailaba al son que marcaba su antigua némesis, EEUU, vencedor claro de la Guerra Fría y única superpotencia en aquel momento. Para más inri, Rusia sufrió una humillante derrota en la Primera Guerra de Chechenia (1994-96).

Al orgullo nacional herido ―algo que un eslavo se toma en serio, como también han demostrado los ucranianos con su coraje― se sumó una crisis económica sin precedentes y una corrupción galopante. El PIB ruso cayó un 50% en sólo 8 años hasta la tormenta perfecta de 1998, cuando el rublo sufrió una brusca devaluación, el país suspendió pagos y la inflación alcanzó el 84%. Esta hecatombe se debió en parte a la podredumbre del sistema comunista y en parte a la incompetencia de Boris Yeltsin, cuyas debilidades personales le convertían en un líder errático y maleable, idóneo para los intereses geopolíticos norteamericanos, pero desastroso para su pueblo. Bajo su mandato la corrupción alcanzó cotas grotescas con oligarcas que se apropiaron a precios de saldo de las principales empresas públicas soviéticas.

Con la llegada de Putin al poder en enero del 2000, las cosas cambiaron. Puso orden en la anarquía reinante, reforzó el imperio de la ley (que en Rusia siempre se aplica de forma selectiva) y acotó los abusos de los oligarcas. Desde luego, la corrupción continuó siendo un problema endémico, pero ésta se convirtió en algo ordenado y no caótico, si me permiten la ironía. Es más: según una fuente británica fiable, la actitud de los primeros gobiernos de Putin denotaba un afán por recuperar lo que los oligarcas de la era Yeltsin habían «robado» al Estado[15]. Luego él crearía su propia clase oligárquica.

Un factor relevante del éxito de Putin fue la bonanza económica, pues supo capitalizar el mercado alcista del petróleo, durante el cual el precio del barril pasó de 30 a 200 dólares y cuyo comienzo coincidió por azar con su llegada al poder. Naturalmente, Rusia sigue siendo hoy un país relativamente poco desarrollado en términos de PIB per cápita, pero lo relevante a afectos de la popularidad de Putin es el crecimiento de dicho PIB desde su llegada al poder, que en una década se multiplicó por dos en términos constantes[16] (equivalente a un crecimiento anualizado del 7%). El desempleo también se redujo desde un artificial 13% a una cifra real del 3% en 2023[17] y los impuestos se simplificaron y redujeron, de modo que hoy en Rusia el impuesto sobre la renta tiene un tipo fijo del 13%.

Ésta es la evolución del PIB per cápita (PPP) de Rusia en términos constantes desde la caída del Muro hasta el 2022, según el Banco Mundial (en miles de dólares). Nótese que Putin llega al poder cerca del mínimo:

En otro orden de cosas, cabe añadir que, según Gallup —empresa norteamericana—, el 75% de los rusos están satisfechos con su nivel de libertad personal y el 71% se sienten seguros paseando de noche por sus calles[18].

Finalmente, Putin recuperó el orgullo nacional de un país que deseaba verse respetado. Los rusos tienden a admirar a un líder fuerte, y en Putin lo encontraron. El trabajado culto a la personalidad que rodea su figura hizo el resto.

Estos datos ponen de manifiesto que, más allá de la opinión que nos merezca Putin en Occidente (algo que a él le trae al fresco y que posiblemente le beneficie en su propio país), objetivamente el pueblo ruso ha visto mejorar sus condiciones de vida desde su llegada al poder. Esto supone una sólida base de apoyo popular, apuntalada naturalmente por la machacona propaganda del propio régimen y por un victimismo crónico que EEUU no hace más que realimentar con la arrogancia explícita de su estrambótica política exterior desde 1991. No comprender esto es no comprender nada.

Habrá por supuesto quienes al leer esto exclamen asustados que defiendo a un individuo que asesina con polonio a sus oponentes, que roba a manos llenas a través de sus oligarcas y que es capaz de dejar un región como Chechenia como un solar.

Creo que, al margen de lo muy distorsionado que nos llega su imagen con la propaganda de guerra norteamericana, que lleva ya muchos años desde que Putin echó el freno a que los americanos se llevasen el país a cachos como ahora mismo está ocurriendo con Ucrania, comparar a España con Rusia sólo sirve para resaltar sus diferencias y, en el caso de que Putin estuviese al frente aquí del gobierno no arrasaría nada ni a nadie, porque ni le haría falta ni sería ese su intención. Pero si que sería mucho mas firme y exigente con el cumplimiento de la ley y de la Constitución, a la que habría reformado sin duda en algún aspecto como «las nacionalidades» con derecho de pernada, la inmigración descontrolada o el nulo aprovechamiento de nuestros recursos naturales, y bastantes cosas en esa línea me temo. Como el ser lacayos de la 2030 y los woke de la UE. Y, desde luego los etasunos no estarían gobernando ciudades y pueblos o seguramente dentro de unos días, el País vasco. O sea, una España mas parecida a Francia Portugal o cualquier país, en la que ser español no fuese motivo de burla y desprecio como es ahora en cada día mas sitios.

Que ya nos vale.

Esto os juro por mis muertos que no es un fake creado por IA;

No tengo HBO, pero esta serie con que sea la décima parte de interesante que su comienzo, si que merece la pena. Dedicado a los que todavía se creen que USA es especial y el mejor país del planeta;

Y tras esta maravilla veo por fin doblado al castellano El Gran Fraude del Calentamiento Global (Antropogénico le falta al título para no dar pie a críticas maliciosas). Si me tomo la molestia de bajarlo a mi pc para poder subirlo a Youtube y disponer de él me lo censurarían en milisegundos y añadirían otro castigo al que estoy «disfrutando» por subir otra tontería que vi en tuiter hace mucho y por el que me han castigado hace tres días por delito de odio, supongo que en otra vuelta de tuerca de la inquisición Youtube.
Así que ni me molesto, lo podemos ver perfectamente y a pantalla completa desde este tuit de Alberto Iturralde. Pero primero un aviso del alarmismo oficial de la portavoz de MasMadrid en la Asamblea de Madrid pintando España de rojo cuando la media es de 22 grados…

Y ahora sí;

Como continuación del post anterior vamos a escuchar hoy en lo último de Uncensored de Tucker Carlson a un pastor cristiano palestino que nos aporta un relato sensato y equilibrado sobre el estado «democrático» de Israel (que tiene tics nazis realmente preocupantes) o de cómo pastores cristianos de EEUU no sólo ignoran a los cristianos que están siendo asesinados por las fuerzas israelíes si no que directamente abogan por el genocidio a los palestinos de forma general.

Por supuesto si algún maniqueo de los de «buenos y malos» opina que esto es una defensa de las atrocidades de Hamás, no es que no entienda, es que no quiere entender.

Pon pantalla completa e infórmate de lo que ocurre en esta parte del mundo de la que tanto «informan» sin contarnos apenas nada;