Están los medios de izquierda centrando el complejo caso del terrorista noruego en identificarle con los partidos de derecha. Hoy Gara lo explica bien en su editorial, La intolerancia y el odio son los mismos

tratando de desentrañar qué ha llevado al presunto autor a cometer tal barbaridad… todas las señales apuntan a su ideología extremista y contraria a cualquier expresión de multiculturalidad y, aunque en lo ocurrido seguramente el ámbito ideológico y el sicológico vayan unidos, la reflexión nos sitúa obligatoriamente ante un fenómeno que se está extendiendo peligrosamente, como es el auge del populismo de extrema derecha.

Como ya sabemos según nuestra izquierda quienes son de extrema derecha, o derecha extrema como le gusta al Psoe, la cosa está clara para Gara, y atiza sin salir de casa:

pero las declaraciones realizadas por el alcalde, Javier Maroto, a cuenta de la mezquita o las ayudas sociales no han ayudado a calmar la situación. Al contrario. Los responsables institucionales deberían ser los primeros en cuidar sus palabras, porque luego las condenas son estériles.

Miro a ver quien es, Maroto es del PP claro y por lo visto tiene en cuenta a la gente opuesta a que construyan una mezquita en su barrio.

Sobre este tema de los inmigrantes apunto de pasada que llevo bastante tiempo oyendo únicamente comentarios negativos en el pueblo sobre el tema. Las quejas sobre los rumanos «morenos» y los árabes que cada vez proliferan más a la par de problemas de convivencia son compartidas por todo quisqui, incluyendo los jóvenes mas borrokas. El distanciamiento de la línea editorial de Gara de «las bases» es muy marcado. Será curioso observar que pasa donde ellos mandan y divertido ver como solucionan ellos la papeleta cuando se quiera hacer una mezquita o algo de ese pelo.

A lo que iba, esta insistencia en sacar rédito de la masacre noruega por parte de la izquierda, relacionandola con los partidos de derecha es un arma peligrosa, de doble filo. Primero porque Breivik, furibundo antimarxista, es admirador de Churchil y ferviente antinazi al tiempo y cuadra mal con esa derecha extrema de andar por casa. Pero sobre todo porque si aplicamos el mismo cuento a los terroristas de izquierda, Eta o los Grapo, tendríamos que situar fuera de lo políticamente correcto al marxismo y los marxistas, mas o menos extremos, incluyendo a Gara, y digo yo que sería un verdadero problema.
Porque si no es políticamente correcto protestar porque te planten una mezquita (o una cárcel, o un centro de desintoxicación, o un prostíbulo o …) enfrente de casa tampoco debiera serlo pretender la socialización de nada, ni siquiera del sufrimiento. Que por que un terrorista tenga estas u otras ideas no se justifica pretender prohibirlas o a un partido que las comparta. Y es que si no fíjate que plan, prohibiendo los partidos nacionalistas vascos por que comparten «casi» el 100% de los planteamientos de los terroristas, por mucho que los disfracemos de patriotas.

Y abundando sobre el fenómeno Breivik, la noche de la matanza tenía 51 seguidores cuando entré por primera vez en su web de Twitter y ya van mas de tres mil mientras han pirateao por lo visto su FB incorporándole fotos con sogas, tenía unos pocos mensajes amistosos cuando la visité esa noche y hoy tiene muchísimos todos en contra. Por cierto no se como se dejan mensajes en el muro de alguien.

Hoy nos cuentan que sólo un niño de once años, con su padre muerto, se atrevió a encararle y pedirle (otra cosa no podía hacer) que dejase de matar. Llama la atención que nadie intentase hacerle frente en vez de huir, en una isla del tamaño de un jardín, como llama la atención la tardanza de la policía en acudir. Pero quizás lo mas llamativo es la perfección y el éxito de un solo hombre, escogiendo a sus víctimas metódicamente, planeando dos atentados al tiempo y ejecutándolos con una eficacia total. Desde luego es alguien plenamente convencido de sus ideas y dispuesto a llevarlas a la práctica. Como cualquier terrorista. De loco y de desvariar nada de nada.
Con el sistema penal noruego le va a salir cada víctima a menos de tres meses de cárcel y con cincuenta y algo estará en la calle, lo cual solivianta esta vez igual a derecha e izquierda, algo es algo.